EUROPA
PRESS
30 junio
2019
Razones
(de peso) para incorporar especias a tu dieta
Agracejo, albahaca, azafrán, canela,
chile, cilantro, mostaza, pimentón, pimienta, vainilla, tomillo... El número de
especias que pueden usarse para condimentar los alimentos es alto y, sobre
todo, variado. Las gastronomías orientales son más dadas a incorporarlas en sus
platos, mientras que en España, aunque utilicemos mucho algunas de ellas, como
el perejil, gozan de menos tradición.
En efecto, el uso de especias en la cocina "está unido
a la cultura gastronómica y en nuestra gastronomía no están apenas
incorporadas", indica la presidenta del Consejo General de Colegios
Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, Alma Palau, en una entrevista con Infosalus en la que reconoce los efectos saludables de las
mismas. "Todas son interesantes, todas tienen algún beneficio y yo creo
que es una cosa buena que se hayan incorporado o que las empecemos a utilizar
más", continúa la experta. Palau alude al hecho de la normalización de
algunas de ellas, como la cúrcuma o el jengibre, como "una de las cosas
buenas de la globalización de la alimentación".
Palau destaca, sobre todo, dos beneficios de las especias
que pueden decantar la balanza sobre si utilizarlas en la cocina o no. En
primer lugar, especifica que el uso de especias reduce el consumo de sal.
"Muchas veces lo que buscamos de la especia es potenciar el sabor, ese es
el primer objetivo, entonces reducimos el contenido de sal en los platos",
resume la experta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la
mayoría de las personas consumen demasiada sal. En concreto, según el
organismo, gran parte de las personas ingieren de nueve a doce gramos de sal
por día en promedio, lo que representa dos veces la ingesta máxima recomendada.
La OMS también especifica que un consumo de sal inferior a cinco gramos diarios
en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de
enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio.
"El principal beneficio de reducir la ingesta de sal es
la correspondiente disminución de la hipertensión arterial", agrega el
organismo. De hecho, la OMS apunta que se estima que cada año se podrían evitar
2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al
nivel recomendado.
"Actualmente, hay mucha evidencia de que el exceso de
sal en la dieta probablemente es uno de los principales actores de morbimortalidad", completa Palau, que puntualiza que
"se habla mucho del azúcar y no sé por qué de la sal se habla poco y es
casi o más causante de los fallecimientos en España que el azúcar".
Por otra parte, las especias son fuente de antioxidantes, lo
que significa, en palabras de la experta, que "previenen o frenan el
envejecimiento de las células". Las especias "tienen muchos fitoquímicos que, en general, se ha visto que son muy
interesante para prevenir y combatir enfermedades", indica la presidenta
del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.
En resumen, las especias añaden un antioxidante al plato en
cuestión y, al mismo tiempo, reducen un potenciador de sabor que puede ser
perjudicial en sí mismo, la sal, porque sustituyen su función.
Atención a la
calidad
En este contexto, Palau aconseja que, si van a incorporarse
las especias a la dieta, se busquen las que sean de buena calidad, "que no
estén mezcladas con muchas harinas y que sean puras". "Nos podemos
encontrar con muchos productos que tengan el nombre en la etiqueta y que no
sean de muy buena calidad", puntualiza la experta. Esto "a la larga
podría repercutir en que tengan algún beneficio porque si son de muy mala
calidad y están muy mezcladas con harina no hacen el efecto que se les puede
atribuir, sino que está muy reducido".
Por último, la experta insta a no centrarse en una única
especia y usar varias. "Recomendaría una mezcla de todas, no creo que haya
que focalizarse en una en concreto. Eso va a gusto del consumidor",
concluye Palau.